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Sobre mí
Todo empezó hace unos 10 años cuando uno de mis tíos que vive en EEUU me enseñó una técnica llamada «Pysanky», originaria de los países del este, la cual me llamó mucho la atención y aprendí realizando mi primer huevo a su lado. A través de videos y fotos que me iba enviando, durante 2 años fui practicando y perfeccionando esta técnica.
Fue tanta la dedicación que decidí exponerlo al público, y descubrí mediante una artesana la posibilidad de participar en la fiesta de los Güevos Pintos,cuya aceptación e interés fue muy reclamada por el público al ser algo poco visto en España.
Actualmente, pinto durante todo el año unos 300 huevos para poder presentarlos durante esta festividad y a su vez creando nuevas tendencias respetando los conceptos tradicionales de la técnica como los atrapasueños, dinosaurios, motivos navideños, asturianos, etc.
Mi técnica de güevos pintos
El arte de la decoración de huevos estilo Pysanky está basada en colores y símbolos a los cuales se les atribuye un significado.
Los huevos (gallina, oca, avestruz…) son vaciados mediante un agujero, que una vez limpios y desinfectados empiezo a pintar.
Para decorar un huevo, se aplica cera derretida con una «kistka» (un embudo unido a un palo donde se desliza la cera derretida por la punta). La kistka se calienta en la lumbre de una vela para licuar la cera, la cual se aplica a la cáscara de huevo. Tras plasmar la estructura del diseño y cubrir los elementos que se mantendrán blancos, se tiñe el huevo. La cera impide que pase el tinte a aquellas partes cubiertas. Este proceso se puede repetir múltiples veces, cada vez utilizando un color de tinte más oscuro, para crear un diseño multicolor. Al finalizar todos los tintados, se elimina la cera de la cáscara con calor, desvelando los colores adheridos al huevo.
Tras unas 4 horas mínimas de trabajo en cada huevo para que quede completo, se suele barnizar para mantener los colores protegidos y brillantes.